martes, 21 de febrero de 2012

T.V Recuerdos - El Hombre Nuclear (1975)

Muchos años atrás (la fecha que indica el título de la nota) la televisión era distinta. No se si mejor o peor; a mi me basta con pensar y opinar que era distinta de la de ahora. Y en algún punto, creo que me inclino por pensar que me gustaba más.
Los que contamos pocos más o pocos menos de cincuenta años entenderemos que la televisión, en el buen sentido, fue uno de los pilares de nuestra formación. No porque nos educara ni reemplazara a ningún padre, maestro o familiar. La cosa pasaba por otro lado; es solo que "la tele", como cariñosamente se la llamaba en aquel entonces, nos acompañaba, nos entretenía y nos abría todo un mundo de aventuras cuando todavía la palabra globalización no se había pensado e Internet era solo un proyecto secreto en manos militares para controlar misiles balísticos alrededor del mundo.
Es que de chicos, la tele era parte familiar de nuestra realidad. Y el único vínculo con el mundo de la creatividad ya sea por sus series, sus películas o por sus ficciones, nacionales o extranjeras, que las había y  de calidad. No solo eran buenas las que venían de afuera como "Yo Amo A Lucy" o "El Show de Dick Van Dyke"
Narciso Ibañez Menta, el Clan Stivel, Juan Carlos Mesa, Pepe Biondi o José Marrone como tantos otros que se irán mencionando, han sabido darle a los productos de factura local un brillo que hoy se extraña y se envidia. 

Entre la década de los sesenta y setenta las series de aventuras con las que crecimos nos mostraban los más variados planteos y universos. Las había de ciencia ficción, de aventuras, dramáticas, de cowboys, comedias y románticas. Cada público tenía sus títulos y sus momentos. A los más chicos nos tocaba la franja del mediodía, previo a los noticieros, y la de las tardes que arrancaban a las cuatro y no paraban hasta las ocho.
Por allí han sabido desfilar "Aventuras en el Paraíso", "Lassie", "Rin Tin Tin", "Roy Rogers", "El Llanero Solitario", "Caza Submarina" o "El Zorro". Eso en cuanto a las que tenían actores reales. Si sumamos a las creaciones geniales y fuera de serie del británico Gerry Anderson con su legendaria seguidilla de éxitos de marionetas, entonces debemos hacer justicia y dedicarle un blog especial para ellas. También para los entrañables "dibujitos", mejor conocidos como dibujos animados.
En 1975 una serie que fue precedida por tres filmes, vino a cambiar radicalmente la visión que teníamos de ellas en todo sentido.
Hoy, casi cuarenta años después, podemos darnos cuenta de ello y hacerle justicia con un rescate emotivo trayendola de vuelta para revisarla y valorarla como tal vez no lo hicimos entonces.
La serie en cuestión, narraba el drama de un astronauta devenido en piloto de pruebas que supo disfrutar del mérito de ser uno de los pocos humanos que caminó en la luna. Durante un vuelo de rutina un imprevisto desata un accidente terrible que lo deja al borde de la muerte, maltrecho, lisiado, en peor situación que quien sufre un estado vegetativo.
El nombre por el que se la conoció, aquí y en el resto de los países aludía por igual a la raíz de la historia, pero desde puntos de vista diferentes.
En Argentina se la llamó "El Hombre Nuclear", lo cual no estaba del todo mal dado que esa forma de energía movía las prótesis con las que se reemplazaron los miembros dañados del astronauta.




Afuera, en EEUU desde donde salió al mundo, su concepto fue un tanto mas capitalista "The Six Million Dollar Man", "El Hombre de los Seis Millones de Dólares", el valor final de la reconstrucción de un hombre que al salvar su vida vendió su alma sin saberlo...


Presentando a un tal Coronel Steve Austin.

Para llegar a este punto es necesario ir hacia atrás en el tiempo y hacer un poco de historia.
En septiembre 14 de 1927 nace en Estados Unidos un hombre llamado Martin Caidin. Moriría en marzo 24 de 1997 y entre una fecha y la otra se destacaría como novelista, aventurero y experto en temas de aviación y aeronáutica, dos pasiones que lo llevaron a embarcarse en más de una empresa increíble.
Entre sus logros y sus más de cincuenta títulos editados, se encuentra la novela y el guión de una historia de ciencia ficción que en el año 1969 fue llevada al cine.



"Marooned" fue una novela editada en 1964 que narra las peripecias de tres astronautas varados en el espacio, imposibilitados de retornar a la Tierra y el montaje de una operación de rescate orientada a salvarlos en tiempo record. Cuatro meses antes de que el Apolo 11 surcara los cielos "Marooned" fue estrenada en cines. Mucho antes también del malogrado vuelo del Apolo 13. Una vez más la ficción supera a la realidad.
Dicho filme fue llevado a la pantalla con un reparto estelar para su época. Gregory Peck, Richard Crenna, David Janssen, James Franciscus y Gene Hackman fueron los encargados de cubrir los roles principales.
Pero no fue hasta la aparición de una novela posterior que la consagración de Caidin se confirmaría.



1972. La historia de un astronauta, devenido en piloto de pruebas, se edita con el título "Cyborg". En ella, el Coronel Steve Austin ostenta el privilegio de haber sido uno de los pocos hombres que caminaron en la luna. A su regreso, su experiencia se capitaliza como piloto de pruebas para la Fuerza Aérea Estadounidense y la NASA.
En uno de esos vuelos un terrible accidente lo deja al borde de la muerte, lisiado y con varias partes de su cuerpo inservibles. En el mismo momento, una oficina secreta del gobierno norteamericano se interesa en las investigaciones que el Dr. Rudy Wells hace en el campo de la Biónica, una nueva y revolucionaria ciencia que propone reemplazar miembros humanos dañados por prótesis electro mecánicas cuyos servos son impulsados por energía nuclear. El resultado: funciones físicas que superan las potencialidades humanas en un porcentaje multiplicado por cien o por mil.
Wells y Austin son amigos muy cercanos, por ello cuando Oscar Goldman, director de la Office Strategic Operations, le propone al Dr. financiar su proyecto permitiendole aplicarlo al coronel Austin, Wells se encuentra en una posición inmejorable para dar el sí. Salvará a su amigo y concretará en la práctica todos los años de investigación que ha acumulado.
El coronel Austin es provisto de dos piernas, un brazo y un ojo, todos implantes de tecnología biónica. Con ellos podrá correr a la velocidad de un auto, saltar tan alto como para alcanzar la terraza de un edificio o soportar el peso de la caída de su cuerpo desde una altura considerable.
Su brazo no tendrá prácticamente resistencia de la mayoría de los obstáculos conocidos y su ojo penetrará la oscuridad gracias a un sistema infrarrojo a la vez que detectará objetos a lo lejos o detalles en lo cercano gracias a un complejo sistema de visión telescópica.
Para mejor, uno de sus dedos quedará convertido en un lanza dardos munido de un poderoso veneno y su ojo artificial se desmontará de su lugar habitual para ser utilizado como una cámara en miniatura. Por último, pero no menos útil, protegido por una cubierta de acero que reemplaza parte de su cráneo, un radio transmisor se ubicará dentro de su cabeza para poder ser rastreado donde quiera que vaya.
A este nuevo organismo obtenido de la cruza entre un humano y el desarrollo de la electrónica, la biología y la mecánica se lo conocerá como "cyborg".

Para no sonar trivial o vacía, la mayor parte de la novela se ocupará del dilema mental y moral de los hombres en danza, principalmente del coronel Austin quien intenta quitarse la vida al ver el estado en el que quedó y enterarse de lo que quieren hacer con él. Solo con un árduo trabajo del Dr. Wells, Austin aceptará a regañadientes ser intervenido para convertirse en un híbrido. Aunque los dilemas no acaban allí. La biología de Austin rechaza los miembros biónicos, un detalle previsto por el equipo médico, lo cual empeora la situación a posteriori de las complejas intervenciones quirúrgicas.
Para cuando todo comienza a entrar en un ritmo de normalidad, Oscar Goldman retorna a escena para cobrar deudas.
Austin es ahora un agente de la Oficina que él dirige, y lo reclama como propiedad del gobierno para él administrarla. En ese marco, Goldman lo envía a su primera misión que servirá como prueba para evaluar sus nuevas habilidades.

Caidin escribió tres libros más después de "Cyborg" cuyas tramas no guardan relación alguna con la serie, hasta ese momento. Los títulos, después de "Cyborg" del año 1972 son: "Operation Nuke" 1973, "High Crystal" 1974 y "Cyborg IV" en 1975, en momentos en que la serie ya había sido lanzada y con un éxito arrollador.


De "Cyborg" a "El Hombre de los Seis Millones de Dolares"

En 1973, "Cyborg" es adaptada como guión para un filme de T.V.de noventa minutos. La apertura se realiza mostrando una computadora, de lo más moderno de la época, que escribe un texto sobre la pantalla en el que se explica la denominación "cyborg". Ya esa forma de iniciar el filme adelantaría lo que se vería de allí en adelante. Todo sería novedad apoyando toda la ficción en ciencia. Por primera vez el espectador dudaba de que parte pertenecía a una y que parte a la otra.
El filme es protagonizado por un joven Lee Majors, cuyo antecedente era un papel de segunda línea en otro gran éxito de los sesenta. "The Big Valley" conocida en Argentina como "Valle de Pasiones", fue uno de los más importantes referentes de la T.V. de la época. Aunque pudiera parecer un desconocido y creerse que después de ésta serie Majors no fue reconocido, basta visitar el enlace de arriba para comprobar el error.



Biografía de Lee Majors 

En el papel del Dr. Wells se halla el afamado actor Martin Balsam, de reconocida trayectoria desde los años dorados de Hollywood, la lista de producciones en las que participó es notable tanto por la extensión como por los títulos.
Por una razón completamente desconocida se optó en esta ocasión prescindir del personaje de Oscar Goldman y reemplazarlo con otro de nombre "Oliver Spencer". A cargo del mismo pondrían a otro peso pesado de la pantalla chica: el actor Darren Mc Gavin consagrado actor tanto en teatro como en T.V. y cine. Supo tanto protagonizar sus propias series en los sesenta como tener participaciones especiales en las más destacadas de los setenta, ochenta y aún los noventa. Una de ellas fue nada menos que "The X-Files".
Por último para ilustrar el accidente que el coronel Austin sufre y darle el dramatismo y la veracidad que requería, se utilizó metraje de un accidente real de un vuelo de prueba cuya visión es estremecedora.
A diferencia de la forma de repartir peso que la historia tuvo en el libro, para la película se hizo hincapié tanto en el drama del sufrimiento post accidente como en la acción que sobreviene a la recuperación física de Austin y el momento en el que tiene que demostrar sus habilidades. Así la historia no pierde dramatismo y seriedad en aras de lo impactante de la acción.
En la misión Austin es lanzado solo en paracaídas en el desierto de Oriente Medio. Desde allí deberá abrirse camino por cuenta propia recorriendo distancias que son cubiertas con velocidad y precisión, gracias a sus nuevos miembros, para encontrar a un prisionero que extremistas mantienen cautivo. Todo el desarrollo de la acción servirá para testear sus habilidades y su comprotamiento.
El filme se convertirá en un éxito con lo cual la planificación de una segunda película no se hizo esperar.

En la segunda parte de la nota avanzaremos sobre ella...
Y ahora algunas imágenes.

Estas son varias portadas de algunos de los libros escritos por Martin Caidin







Edición en DVD de la película
Afiche del filme estrenado en cine


Como siempre se agradece a los siguientes sitios de los cuales se han tomado imágenes y se citan como lugares donde ampliar la información que se brinda en esta nota:







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